Life is like surfing
A special person once told me that surfing was a philosophy. That the sea had its own life and that it could feel us. That it was necessary to trust it. He said that the first step to achieving it was to let our minds in blank and stop worrying. That we had to learn to let go and relax.
As a typical city girl, I just laughed. I thought that he was one of those people who believe in different gods or religions, something like a voodoo theory. I can't explain why but I kept listening. There was something about him that grabbed my attention and I decided to at least give him a chance. His words kept going round and round in my head and I began to understand what he was trying to tell me. I understood his philosophy and it left a mark on me to this day.
We get on the board, often rigid and looking to have maximum control over it. We panic about falling and hurting ourselves. We don't realize that the more we worry, the more we are attracting our fear. We start to go against the current, and it starts to pull us down again and again. We start to look down, thinking about how to stop our fall. We lose control, we get frustrated, we feel desperate and we feel the impotence. Everything goes black and hurts, we start to drown again and again. We reach a point where we don't know if we want to continue or if it's even worth trying. We are about to give up and everything becomes darker.
It is at that moment when we realize that it is not about seeking control, it is about going with the flow and not against it. We realize that if we relax for at least one second, we are going to be able to move forward. We start to understand that the current will take us where we want to go as long as we look ahead of us and not down. That is when we feel the breeze touching our skin, when we feel fulfilled. That's when we realize that living the moment is what matters. That if we let go and let things flow, everything will start to fall into place. We will start to feel something we've never felt before, something like butterflies in our stomachs. We'll be more relaxed than ever and start having a sense of peace and freedom.
It's true, at some point we're going to fall off that board again. Not because the current has turned against us, but quite the opposite. So that we know that every time we fall, we will be able to get up on that board again. So that we know that we will always be able to catch another wave. And so, the next time we're on that board we'll feel free, we'll take advantage of every single moment we're on it, we'll feel alive.
La vida es como surfear
Una persona especial, me dijo alguna vez que el surf era una filosofía. Que el mar tenía vida y que podía sentiros. Que era necesario confiar. Decía que el primer paso para lograrlo era dejar la mente en blanco y dejar de preocuparnos. Que teníamos que aprender a dejar fluir y relajarnos.
Yo, como típica mujer de ciudad solo me reí. Pensaba que era algo así como las personas que creen en distintos dioses o religiones, algo así como una teoría vudú. No puedo explicar porqué pero me quedé escuchando. Hubo algo en él que me atrapó y decidí darle por lo menos una oportunidad. Sus palabras se quedaron dando vueltas en mi cabeza y comencé a entender lo que buscaba decirme. Entendí su filosofía y me dejó marcada hasta el momento.
Nos subimos a la tabla, muchas veces rígidos y buscando tener el maximo control sobre ella. Tenemos pánico de caer y lastimarnos. No nos damos cuenta de que entre más nos preocupemos, más nos encaminamos hacia nuestro miedo. Comenzamos a ir en contra de la corriente y esta nos empieza a tirar una vez tras otra. Comenzamos a mirar hacia abajo, pensando en como detener nuestra caída. Perdemos el control, nos frustramos, sentimos la desesperación y la impotencia. Todo se vuelve negro y nos duele, nos empezamos a ahogar una y otra vez. Llegamos a un punto en el que no sabemos si seguir y no sabemos si siquiera vale la pena intentarlo. Estamos a punto de rendirnos y todo se nubla.
Es en ese momento cuando nos damos cuenta que no se trata de buscar un control, si no que se trata de ir con la corriente y no en contra de ella. Nos damos cuenta de que si nos relajamos por lo menos un segundo, vamos a poder avanzar. Entendemos que la corriente nos va a llevar a donde queramos siempre y cuando veamos al frente y no hacia abajo. Es ahí cuando se siente la brisa, cuando te sientes contigo mismo y completo. Es en ese momento cuando te das cuenta de que lo que importa es el momento. Que si te sueltas y dejas fluir, las cosas se van a acomodar solas. Comienzas a sentir algo que nunca habías sentido, algo así como mariposas en el estómago. Te sientes más relajado que nunca y sientes la paz, la libertad.
Es verdad, en algún momento vas a volver a caer de esa tabla. No porque la corriente se haya volteado en tu contra, si no todo lo contrario. Para que sepas que cada vez que te caigas, te vas a poder levantar. Para que te des cuenta de que siempre vas a poder tomar una ola igual o más fuerte que la anterior. Y así, la proxima vez que estes arriba de esa tabla te vas a sentir libre, vas a aprovechar cada momento que estás arriba de ella, te vas a sentir vivo.
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